Acción terapéutica del sabor de los alimentos
Cómo usar el sabor de los alimentos para mejorar la salud
El sabor DULCE fortalece todos los tejidos del cuerpo. Armoniza la mente y proporciona una sensación de felicidad. Es demulcente (suaviza las membranas mucosas), expectorante y un poco laxativo. Contrarresta la sensación de quemazón.
El sabor SALADO es suavizante, laxante, sedante. En pequeñas cantidades estimula la digestión, en cantidades moderadas es purgativo y en cantidades muy grandes causa vómitos. Ayuda a ablandar tumores duros y descongestiona las masas de flema dura. Calma los nervios y alivia la ansiedad.
El sabor AGRIO es estimulante, carminativo (elimina gases), nutritivo y aplaca la sed. Despierta la mente y los sentidos, promueve la circulación y fortalece el corazón, Aumenta todos los tejidos menos los reproductores.
El sabor PICANTE es estimulante, carminativo diaforético (provoca sudor). Mejora el metabolismo y promueve todas las funciones orgánicas. Proporciona calor, ayuda a la digestión y contrarresta sensaciones frías. ejora la circulación y deshace los coágulos de sangre y la sangre estancada. Abre la mente y los sentidos y limpia los canales, aliviando dolor de nervios y tensión de músculos.
El sabor AMARGO es restaurador (purifica la sangre), limpia y desintoxica. Reduce todos los tejidos del cuerpo y aumenta las facultades de la mente.
Es antibiótico y antiséptico. Limpia la mente y las ideas. En cantidades pequeñas es estimulante para la digestión. Ayuda a digerir el azúcar y la grasa.
El sabor ASTRINGENTE para el sangrado y otras eliminaciones excesivas (como exceso de sudor o diarrea) y promueve la curación de la piel y de las membranas mucosas. Es expectorante y diurético. Tensa los tejidos y trata el prolapso.
Todos los sabores combinados, crean la acción terapeutica necesaria para mejorar nuestra salud